Amistoso
9 de mayo de 1909, a las 16.15
Velódromo de Atotxa, Donostia/San Sebastián

Ciclista Foot–Ball Club

4

Stade Toulousain

1

Goleadores

1–1 McGuinness
2–1 Lacort
3–1 McGuinness
4–1 Lacort

0–1 Tourneax

Alineaciones

  • Alfonso Sena
  • Arocena
  • Arrillaga
  • Bea
  • Birebén
  • Echeverría
  • Lacort
  • McGuinness
  • Miguel Sena
  • Rodríguez
  • Simmons

Golombert / Colombier
Ginesty
Guilbert
Tourneax

Árbitro
Sr. Ortega

DE FOOT–BALL


El partido de ayer

—=—

Conforme se había anunciado, ayer se celebró el match de foot–ball, entre el equipo «Stade Toulousain», campeón del Sur de Francia, y el team donostiarra, campeón de España.

Antes de la hora señalada para dar comienzo la lucha, se notaba gran animación en el velódromo de Atocha, viéndose entre la concurrencia, distinguidas familias de la aristocracia donostiarra.

A las cuatro y cuarto, el referée señor Ortega, da la señal para principiar a lucha.

Corresponde el saque á los franceses, quienes atacan con brío y bien combinados.

Pronto se pudo notar que el equipo de Toulouse, era muy temible.

Los de San Sebastián no pudieron evitar que el balón, se hallara siempre en el campo donostiarra, poniendo algunas veces en gran aprieto, al goal-kiper Bea, quien se defiende admirablemente.

Entre los jugadores del Club Ciclista donostiarra, se nota mucha apatía, sin que pueda decirse á que era debido.

Jugaron con gran frialdad en la primera mitad, no viéndose ningún arranque que hicieran recordar su maravilloso juego.

Uno de los jugadores donostiarras toca el balón con la mano, y el referée dá penalty á los de Toulouse.

Tiran éstos el balón y se apuntan el primer goal para su bando.

Da nuevamente comienzo la lucha, los de San Sebastián llevan el balon al campo contrario, siendo muy bien defendido por los franceses.

Uno de éstos toca el balon con la mano y el referée marca penalty para los donostiarras.

Colocado el balón en el centro tiran á goal, apuntándose San Sebastián su primer tanto.

La lucha continuó muy reñida, jugando magistralmente ambos bandos, y pasado el tiempo señalado, el referée da la señal de descanso.

En realidad el team donostiarra estuvo dominado en toda la primera parte del partido por los franceses.

El resultado de la primera mitad fué 1–1.

Transcurrido el tiempo de descanso, da comienzo la segunda parte del match.

Esta fué interesantísima.

Nuestros jugadores desde el primer momento atacaron con furia al campo contrario, sobresaliendo Mak-Guinees.

Los franceses se defienden tenazmente, pera los de San Sebastián se crecen por momentos y tras un precioso juego combinado logra Lacort, apuntar el segundo goal para los campeones de España.

La lucha es cada vez más interesante.

Los donostiarras continúan atacando y Mak-Guinness, marca el tercer goal.

Los franceses comprenden que van á ser vencidos, y comienzan á desarrollar un juego brutal, apelando á todos recursos entre las protestas del público.

El campo donostiarra se ve amenazado varias veces, pero Bea, se defiende muy bien, no logrando los franceses marcar goal.

Los de San Sebastián atacaron á los franceses, y realizando notables jugadas, llevan el balón á la puerta francesa, marcando Lacort, el cuarto goal para el bando donostiarra.

Poco tiempo después dió fin la lucha.

Como se vé, vencieron los donostiarras por cuatro goals, contra uno.

De los jugadores franceses se distinguieron el goal-kiper Colombier y el bak Guiblert.

Del team donostiarra, sobresalieron Bea, Lacort, Max-Guinnes y Simouns.

Todos los demás muy bien.

El público protestó varias veces contra los franceses, por el juego brutal que realizaron.

Está visto que el equipo donostiarra es ya invencible.

El Correo de Guipúzcoa, 10 de mayo de 1909.

FOOT–BALL


El match de ayer

El enorme interés que había despertado el partido de foot–ball anunciado para ayer entre el equipo del Stade Toulousaine y el de nuestra sociedad C. F. B. C., campeones del Sur de Francia y España, respectivamente, se tradujo en un entradón que prestó á nuestro velódromo un aspecto hermosísimo.

En el lugar destinado á entrada general se hacía molesta la estancia á causa de la aglomeración de espectadores y ello fué causa de que, en más de una ocasión, se rompiera la valla que cierra el terreno destinado al público.

No se vió una silla desocupada, ocurriendo lo mismo con las tribunas, dende sobresalía el bello sexo que se encargó de embellecer más el cuadro do la fiesta.

De haberse colocado más hileras de sillas y dejado algún terreno para el público poseedor do entrada de libre circulación, aún hubiera sido mayor la animación en el velódromo, pues muchos aficionados se quedaron con las ganas de presenciar el partido.

Esto demuestra la afición existente por este sport y el interéa de nuestro público por presenciar el match anunciado, interés, quo se hizo extensivo á Bilbao, Pamplona, Vitoria y otras capieales, desde donde se trasladaron á nuestra ciudad grandísimo número de aficionados con ese solo objeto.

Momentos antes de dar éste comienzo llegaba un tren de Irún, completamente lleno de aficionados de aquella villa á quienes se saludó desde la pista con hurras y palmas.

Hizo su entrada en ésta, primeramente, el equipo de Toulousse, que fuó recibido con aplausos. Diez minutos después hizo lo propio nuestro equipo, cuyos jugadores que después do su triunfo de Madrid se presentaba ante nuestro público por vez primera, fueron ovacionados por el público.

Poco después de la hora anunciada, el réferee señor Ortega dispone el principio del partido; correspondo la salida á San Sebastián, que no juera al principio con acierto, dominando Toulouse, quien pone pronto una pelota en corner que es tirado sin resultado.

El goal donostiarra se ve amenazado en más de una ocasión, aplaudiéndose algunas soberbias salidas do Bea.

Guilbert, el famoso Bak toulousaine juega maravillosamente, ganándose grandes ovaciones.

El réferee, que se nos muestra enérgico y justo, concede un penalty á Toulouse merced al cual el Stade marca el primer goal á su favor.

Sigue dominando Toulouse, cuyos jugadores cargan horriblemente y haciendo mangas y capirotes del reglamento.

Una de esas cargas da motivo á que sea castigado con un penalty que tira soberbiamente Mac Guines, marcando el primer goal para San Sebastien.

La pelota rueda en los dos campos menudeando las cargas francesas. El réferee vuelve á castigar á Toulouse con un nuevo penalty que es también muy bien tirado por Mac Guines, pero que el goal keper francés logra parar con gran vista, haciéndose acreedor á una ovación que el público no le regatea.

Nuestros delanteros hacen una preciosísima salida que no aprovecha Miguel Sena para centrar y se dá descanso terminando el primer medio tiempo, empatados los dos equipos á 2.

En el segundo medio tiempo, cambia por completo el aspecto de la lucha. El equipo donostiarra juega con su acostumbrado entusiasmo, logrando dominar por completo al equipo francés. Los pasos de nuestros delanteros, matemáticos todos, desconciertan á los jugadores de Toulouse que aún apelando á las cargas, no legran sacar el balón de su campo.

Miguel Sena centra admirablemente aprovechando Lacort para marcar el segundo goal donostiarra.

El goal francés sigue seriamente amenazado por nuestros jugadores que lo bombardean, distinguiéndose en la defensa Guilbert

Miguel Sena tira muy bien un corner, que aprovecha Rodriguez con la cabeza, pero que rechaza el goal touloussine.

Sigue la combinación de nuestros medios delanteros y MacGuinnes, desde lejos shota de modo soberbio, marcando el tercer goal á favor del equipo campeón de España.

Este domina constantemente se tira otro corner sin resultado y después de unos lucidísimos pases de nuestros medios y delanteros, shota Mac Guinnes, para la pelota el portero francés, pero aprovecha Lacort para apuntarse el cuarto y último goal donostiarra.

Los delanteros de Toulouse hacen una buena escapada, tirando á goal encontrándose Bea sin defensas, poro éste para soberbiamente el balón, ovacionándosele con entusiasmo.

Alfonso Sena y Arocena, se distinguen en la defensa, tirándose por ambos equipos varios corners sin marcar y dándose por terminado el partido con la victoria del equipo donostiarra por 4 goals á 1.

Como jugaron

A pesar de que el equipo Toulousaine, tuvo en jaque á nuestros jugadores durante todo el primer tercio, no nos pareció tan bueno como el último mandado por el Stade Bordelais.

En general, todos los jugadores estuvieron muy bien colocados y hubo de advertirse á veces la buena combinación de sus delanteros, pero á nuestro entender y así lo juzgó el público, protestando airado en más de una ocasión, su juego es poco limpio pues abusan de las cargas antirreglamentarias y lanzan el balón fuera del campo con excesiva frecuencia, recursos á los que apelaban siempre que se veían en situación critica.

El juego es más bien defensivo que ofensivo, pues si bien sus delanteros aprovecharon algunos momentos para combinarse y amenazar en realidad sobresaliezon las defensas, que se nos antojaron más excelentes.

El dominio que lograron en la primera mitad del partido más que por su juego ofensivo, fué debido el desacierto con que empezaron los donostiarrras.

En esta parte de la lucha lejos de verse jugadas de pases se abusó de las patadas largas.

Los dos backs son muy buenos, particularmente Guilbert, que jugó mucho y muy bien, siendo el jugador que más se distinguió toda la tarde.

En general, el equipo es fuerte, pero su juego de carga nunca podrá contrarrestar el de combinación y cálculo del nuestro.

Este, en la primera mitad del partido, estuvo como hemos dicho muy desacertado , no haciendo ninguna de sus jugadas caracteristicas de combinación. El juego pesó sobre las defensas, que, en general se portaron bien aunque en ocasiones no acertaron á dar al balón la dirección debida.

En cambio en el segundo tiempo varió la cosa por completo y todo el equipo atacó con gran denuedo y entusiasmo, aplaudiéndose muy buenas jugadas de la línea de delanteros. De éstos se distinguieron Lacort, Simmous y Mac Guinnes, aunque éste se hallaba muy castigado por las cargas enemigas y no pudo desarrollar su juego de costumbre.

Miguel Sena y Bireben aprovecharon muy bien para centrar y los medios cumplieron como buenos, aunque sin excederse.

Alfonso Sena y Arocena, en cambio jugaron lo indecible, salvando pelotas dificilísimas y conteniendo como bravos las cargas de Toulouse.

Bea, como nunca. Todo cuanto digamos en elogio de su labor será poco. Paró pelotas imposibles é hizo salidas que evidenciaron una vez más su gran vista y pasmosa seguridad.

En general el partido satisfizo grandemente, aunque, por efecto del juego desarrollado por el equipo de Toulouse, no se vieron las jugadas de calculo y combinación que son los que hacen más interesante un match.

El público abandonó el velódromo muy complacido.

El Pueblo Vasco, 10 de mayo de 1909.

En Atocha

Como se había anunciado, se jugó ayer tarde en el campo del Velódromo, un interesantísimo match de «foot–ball» entre el «Stade Toulousse» campeón del Sur de Francia y el C. F. C. de esta capital, vencedor, como saben nuestros lectores, en el campeonato de España, jugado el mes pasado en Madrid y en donde ganó la copa del Rey.

Hay que advertir que el equipo francés venía precedido de gran fama, por las numerosas victorias obtenidas en la nación vecina.

Con un tiempo hermoso y una, temperatura verdaderamente primaveral, dá principio el partido á las cuatro y cuarto de la tarde.

Los franceses empiezan en juego con grandes brios, dispuestos sin duda á no dejarse ganar por los donostiarras.

Estos se encuentran con un equipo verdaderamente temible y mucho más fuerte de lo que se esperaban, así es que debido á ello entran con miedo en la refriega.

Los franceses, al darse cuenta del estado de ánimo de sus contrarios se crecen y hacen un ataque duro y tenaz.

El público que vé el dominio de los tolosanos, teme que sus paisanos salgan derrotados en toda la linea, resultando fallidas las esperanzas que tenía en el equipo donostiarra.

Mas éstos, si bien al principio, jugaron con miedo y frialdad, luego, en la segunda parte del partido después del descanso, se animan y sacando á relucir sus habilidades consiguen la victoria.

La marcha del partido fué la siguiente:

El primer «goal», que fué el más largo de la tarde, lo ganaron los franceses, debido á que los nuestros hicieron un «penatti» y las pelotas de esa clase son imposibles de parar, pues van con muchísima fuerza y el portero se encuentra completamente solo.

El segundo «goal» lo apuntó para nuestro equipo el señor Mac Guines, debido también á otro «penalti» que hicieron los franceses.

Desde este momento, la lucha se hace la lucha mucho más interesante y reñida, pues los donostiarras parecen haberse animado y juegan mucho mejor que al principio.

Empieza á jugarse el tercer «goal», más al cabo de un buen rato de peloteo, se suspende por haber pasado ya el tiempo reglamentario.

Después de un pequeño descanso se reanuda la pelea y al poco tiempo entra el delantero Sena la pelota, intenta meterla Lacort, pero pega en el palo y la saca el portero francés; más en seguida la mete Lacort, apuntándose el segundo «goal» para el equipo donostiarra.

El cuarto «goal» lo metió Mac–Guines desde mucha distancia, habiéndose pasado el pelotón el señor Simons.

En el quinto, entra Sena el pelotón, lo va a meter Mac–Guines, pero lo para el portero francés: entonces lo coge Lacort y lo mete en el «goal» francés.

De modo que los franceses hicieron solamente un «goal» mientras los nuestros ganaron cuatro.

Entre los franceses se distinguió muy especialmente el «bachs» Guilbert, que jugó admirablemente, el «goal» Golombert y el delantero Ginesty.

De los del equipo donostiarra sobresalieron: el portero señor Bea, los delanteros Mac–Guimes y Lacort; los medios Echeverría, Rodríguez y Arrillaga y sobre todo el «bachs» Sena, que estuvo hecho un coloso.

El delantero señor Simons repartió y dirigió admirablemente el juego, sobre todo en su segunda
parte.

El equipo de Toulouse es muy superior al que vino de París, lo mismo que el de Burdos: sabe combinarse admirablemente y sobre todo tiene un juego muy duro.

Los nuestros no jugaron ni con mucho todo lo que acostumbran.

Sin duda, las tremendas cargas que recibían de los franceses les hizo acobardarse algo y no entraron en el juego con el ánimo y valor que suelen hacerlo otras veces.

También contribuiría á ello, el que, desde que jugaron en Madrid, no se habían entrenado absolutamente nada.

La entrada fué un lleno y el público ovacionó en repetidas ocasiones á, sus paisanos y también á los franceses, sobre todo al «bachs» Guilbert, que tiene un juego muy elegante.

La Constancia, 10 de mayo de 1909.

FOOT–BALL


El match de ayer

Pocas veces presenciaremos partido tan reñido como el que tuvo lugar ayer en el Velódromo de Atocha entre el Stade Toulosain, Campeón del Sur de Francia, y el Club Ciclista, Campeón de España.

Todas las localidades ocupadas por distinguido público daban al Velódromo un brillante aspecto. El tiempo y la espectación por tan interesante partido contribuía á la mayor animación.

Los franceses ensayan en el terreno. Se da la señal y comienza el partido.

Desde el primer momento dominan los toulousains que acometen con brio é inteligencia combinándose bien. La ventaja sobre nuestro equipo la sostienen la primera media hora, en cuyo tiempo logran hacer un goal de un penalty tirado por Tourneax.

Los donostiarras, no sé si cansados ya de dejarse dominar ó porque entran en reacción, la emprenden contra los franceses obligándolos á defenderse á poca distancia de su goal.

La lucha se hace interesante por momentos. Los contrarios evitan admirablemente tantos á nuestro equipo, luciéndose los bachs y sobre todo el colosal Guilbert.

No obstante esa encarnizada defensa logra nuestro equipo meter el primer goal después de un «foul» castigado por el referée con un penalty.

Al poco tiempo termina la primera mitad.

Durante el descanso se comenta mucho el poco juego que despliega nuestro equipo, pues todos sus jugadores (excepto Bea, A. Sena y Echeverría que están colosales) no dan pié con bola, fallando pases facilísimos y perdiendo la calma como verdaderos novatos. Tanto es así que se espera un fácil triunfo de los franceses.

Se da nuevamente la señal de salida é instantáneamente se cambian los papeles.

Empiezan nuestros delanteros á atacar, muy bien ayudados por los medios, y tomándole el gusto no cesan ni un momento de atacar el goal francés.

Sena (M) tira tia corner, que Mac Guinnes remata con la cabeza, pasando el balón por encima de la barra.

Sinmons reparte el juego á los exteriores. Bireben centra, la pelota se encuentra á 10 0 20 centímetros de la línea de goal guardada por Guilbert, cuando Sena (M) consigne meter el pié en aquel pequeño espacio y pasar á Lacort, que tira, da en un palo, y volviéndola á recoger marca el segundo goal por S. S.

Los franceses, empiezan á hacer un juego brusco, los jugadores protestan y el pública grita.

Sinmons pasa á Mac•Guinnes que evita á un medio, y á 30 metros larga un shoot, entre tos dos backs, que franquea el goal contrario, como una bala. El público aplaude la hazaña, mientras que los franceses no vuelven de su asombro.

Los jugadores donostiarras parece que se calman un poco, principalmente los delanteros. En cambio los medias atacan por ellos, en tanto que los backs juegan como medios.

Sinmons tira á goal, da en un palo, la recoge Lacort y marca el cuarto goal después de haber parado el goalkeeper, un primer embite.

Mac Guinness, intenta colarse solo con el balón, pero es siempre parado un tanto bruscamente. Los incidentes menudean, y el público se alborota cada vez más. Los franceses, se aculan en su goal, y es imposible marcar un tanto más. Y aquí termina esta nueva página de la historia de nuestro equipo.

Los jugadores tolosanos, principalmente Guilbert; aseguran no haber encontrado equipo tan fuerte este año, y á pesar de que fueron vencidos por 3 á 0 por los campeones de Francia (Stade Helvetique) pretenden que el equipo se llevaría el triunfo en un match entre ambos.

Y para terminar, un aplauso á los organizadores, otro á los dos equipos y un voto de censura al público de la general, á quien ruego no demuestre sus impresiones de manera tan clara, pues á veces es molesto en extremo.

Y, además, ayer era injusto.

S. S.

La Voz de Guipúzcoa, 10 de mayo de 1909.